Carmen Niño pregonera de las Fiestas 1999PREGON DE LAS FIESTAS DE VILLAR DE DOMINGO GARCÍA EN HONOR A NUESTRA SEÑORA LA VIRGEN DEL ROSARIO (AGOSTO 1999)

Sr. Alcalde, autoridades, queridos paisanos, amigos y amigas que nos visitais y quereis compartir con nosotros las fiestas de la Virgen del Rosario:

Todavia es fácil recordar aquellos tiempos en que los pregoneros y pregoneras de nuestro pueblo recorrían las calles avisándonos de las cosas que podíamos comprar o dónde debíamos ir.

Yo vengo hoy como pregonera de nuestras fiestas sin trompeta ni tambor pero con el sentimiento y entusiasmo de alguien que siempre ha querido y quiere a nuestro Villar.

Este Villar del que ya hace muchos años se empezó a escribir su historia. Fue allá por el año 1220 del siglo XIII cuando el rey Fernando III el Santo firmó aquí un documento al entonces Obispo de Cuenca Don Garcia y en él aparece ya el nombre completo de nuestro pueblo: Villar porque era un pequeño poblado que se estaba formando después de la Reconquista, Domingo por el Don que significa dóminus o domínicus y Garcia por aquel Obispo al que, probablemente el Rey Alfonso VIII donó estas tierras y muchas más.

El resto de nuestra remota historia se ha investigado muy poco: que es en el siglo XVII cuando el Rey Felipe IV nos concede el titulo de «villa» y que aqui vivió el Conde de Cabezuelas al que pertenecía gran parte de nuestro término, tenia casa noble en la plaza y una Capilla a él dedicada que es la parte más antigua de nuestra iglesia.

De su escudo y de los simbolos de aquel Obispo se han tomado los elementos que forman nuestro escudo actual que es de reciente creación.

Pero la historia de nuestro pueblo la han escrito, la estamos escribiendo y la escribirán nuestras gentes con su trabajo, con sus problemas, con su entusiasmo ... generación tras generación.

Es hermoso reunirnos aqui para las fiestas cada verano y ver como los más jóvenes y los más niños vienen empujando fuerte, abriéndose paso. Son los siguientes...

Si de verdad los queremos «enganchar» a lo que fué el pueblo de sus padres y de sus abuelos para que encuentren aquí sus raices, debemos contarles nuestros recuerdos de infancia, nuestras experiencias aquí y lo que hemos oído de nuestros mayores:

Cómo era el olmo de la plaza que nos daba sombra mientras llenábamos los cántaros y botijos en la antigua fuente.

Dónde bebían agua las mulas y los borriquillos.

Qué fué de aquella carretera de piedra por donde nos llevaba a Cuenca el coche de Juanillo.

Cuándo ibamos al rio a coger greda y a aclarar la ropa.

Que bien olía nuestro pueblo a esencia de espliego en las tardes del verano.

A qué hora nos tocaba regar el hortal con el agua de la reguera. Dónde estaba nuestra escuela.

Cuales eran los nombres de los parajes de nuestro pueblo y los motes de sus gentes.

Quién tocaba el acordeón en el baile del tio Juanito.

Cuanto sudaban los acarreadores para llevar la comida a la siega y traer la mies a la era.

Cómo engalanamos nuestro pueblo cuando vino la Virgen de Fátima.

Cómo nos divertíamos en la romería de Santo Tomás.

Por qué llegamos un día al Villar o por qué nos tuvimos que ir allá por los años sesenta...

(Permitidme que tenga aquí un recuerdo especial:

Quien os llevaba todos los días las cartas.

Quien os cortaba el pelo: el barberillo.)

En fin, tantos y tantos recuerdos por transmitir...

Os diré que ninguna época ha sido para nosotros tan próspera como la actual: Quién iba a decir a nuestros antepasados que a las puertas del siglo XXI, desde cualquier parte del mundo se podria visitar nuestro pueblo y ver nuestra Virgen del Rosario «navegando»... naturalmente por Internet.

He dejado para el final el mejor bocado: El motivo por el que nos reunimos cada verano: Nuestra Madre del Rosario.

Poco os puedo contar de ella que vosotros no sepais. Cada uno, en nuestro corazón, guardamos suficientes sentimientos, experiencias y esa paz que nos transmite su dulce rostro cada vez que la miramos. Ella nos proteje, nos recarga las pilas año tras año y a ella acudimos desde aquí, desde Valencia, Barcelona, Madrid, La Mancha... desde el mundo entero porque somos sus hijos.

A ella quiero pedirle que pasemos juntos unas fiestas en alegria.

Que suene la música

Que se enciendan las luces

Que se animen nuestras peñas

Porque empieza la fiesta.

¡Viva la Virgen del Rosario!

¡Viva el Villar!.

Carmen Niño Miguel (Agosto 1.999)