A este querido pueblo del Villar,
mirando a la Virgen en su pedestal,
con rosario y al niño en su delantal,
un pregón de fiestas le quiero cantar.
Sin ser buen poeta ni saber de versos,
espero me disculpen mi atrevimiento,
pero mi corazón está tan contento
que al pueblo y la Virgen los lleno de besos.
Y es mi manera de expresar lo que siento
y todo lo que bulle en mi pensamiento,
por eso poesía es lo que intento
decir esta noche en alas del viento.
Quiero, en principio, a todos invitar
a vivir la fiesta, gozar y bailar,
pues vamos a la Virgen ya a festejar,
contentos y alegres con mucho cantar.
Unos en la cueva, otros en las casas,
comeremos todos buenas tajadas,
beberemos vino de buenas tinajas,
chorizo y morcilla, chuletas y pastas,
Correr a la plaza veremos los toros
y delante “dellos” mocitas y mozos,
que en los tractores se sientan abuelos,
hombres y mujeres, niños y nietos.
No faltan concursos, deportes y juegos
la chocolatada y peñas a cientos,
misa y procesiones, tomate y pimientos,
la cena en la cueva, chuleta y sarmientos.
Y por la mañana, al son de la música,
todos despertamos “pa” seguir durmiendo
o para ir al huerto, la cara riendo,
o comer tortilla, que siempre está rica.
Estas son mis fiestas con coros y danza,
de tiros al plato y lllenar bien la panza,
teatros y ligues y baile en la plaza
y algún que otro fuego sin gran amenaza,
Celebrando juntos amor y amistad,
Virgen del Rosario que guapa que estás.
Protege a este pueblo que escuchando estás
y dale salud, paciencia y bondad.
Que en estas fiestas la gente no se pase
consumiendo drogas y mucho espirriaque
y, así, tos los días de nuestro almanaque
pasaremos contentos, que ésta es la base.
Pues de listos es no perder la cabeza
tomando y bebiendo litros de cerveza.
Que en vivir la vida con mucha limpieza
dicen que está la salud y fortaleza.
Que jueguen los niños corriendo en las calles,
las familias estén unidas y alegres,
los jóvenes todos bailen pasacalles,
la alegría llene montañas y valles.
Que es la fiesta de la Virgen del Rosario,
patrona de un pueblo noble y alcarreño,
donde todos caben como en un barreño
lleno de acogida y valor templario.
En sus casas habitan muchos viejitos
y han llegado ahora muchos retoñitos,
que al mundo llevan valores infinitos
de pueblos humildes con su fe y sus ritos.
Que no se pierdan madre estos valores,
que vive el Villar hace ya muchos años
y que hacen que vengamos todos los años
sedientos de bondad ternura y amores;
que pasen las fiestas llenas de alegría,
viviéndolas todos en buena armonía,
gozando en el cielo, quizás algún día,
lo que en la tierra vimos ya que sería.
Benditos los mayores, que esto vivieron
y que en gloria, en el cielo, nos precedieron.
Virgen del Rosario su vida la dieron,
que nosotros veamos lo que ellos vieron.
“Pa” gozar todos juntos, allá en el cielo,
la gran fiesta alegre del Reino de Dios,
contentos y alegres, como hijos de Dios,
cubiertos por María bajo su velo.
¡VIVA LA VIRGEN DEL ROSARIO!
¡VIVA EL PUEBLO DEL VILLAR!
Ángel Igualada Ballesteros
19 de agosto de 2005