PREGÓN DE FIESTAS DE VILLAR DE DOMINGO GARCIA 2006
Señor Alcalde, y señor. Cura, vecinos y forasteros, amigos y familiares, y por supuesto Querida Madre del Rosario:
Me ha correspondido este año daros el pregón de fiestas. El primer sorprendido fui yo cuando hace poco mas de un mes el concejal de festejos, mi amigo Manolo, me comentó la posibilidad de anunciar el pregón. Lo primero que le dije fue “Que dices¡¡ ¿yo el pregón?¿ pero qué he hecho yo?” Y es que uno siempre se imagina que este honor pertenece a personas del pueblo con una importante experiencia vital o profesional, o bien a algún famosillo de medio pelo que salga en la tele. Obviamente, yo no soy ninguna de las dos cosas.
Yo soy David González Ballesteros, o como me llaman mis amigos, el Bare. Hijo de Miguelón el de Benito y la Sinfo, y de la Carmen la de Marcelino y la Vitoria. Soy hijo de una generación de hombres y mujeres del Villar que, como muchos de los que estáis aquí, tuvieron que marchar de estas tierras en busca de un futuro mejor. A mi me tocó nacer y crecer muy lejos del pueblo. Uno no elige donde nacer, mayormente porque no nacemos, nos nacen, pero sí donde quiere estar, o donde quiere vivir o mejor dicho convivir, que es la palabra mas hermosa y deseada. Yo ya hace mas de tres años que decidí dejar la ciudad para convivir en Villar de Domingo García, en nuestro pueblo.
Un pueblo, que según la historia oficial que casi todos conocemos, se fundó hace unos 800 años, que ya se dice pronto, por los colonos venidos del norte de Castilla que iban ocupando las tierras reconquistadas a los moros. Pero en este año 2006 han sucedido acontecimientos que me hacen volar la imaginación hacia otros tiempos mas antiguos y otras historias quizá sucedidas. Pienso que quizá fue, no hace 800, sino 1800 años, ahí es ná, estando cercana la caída del Antiguo Imperio Romano, cuando algunos campesinos hispanos decidieron asentarse con sus familias en estas tierras de fértiles vegas y suaves colinas. Quizá por estos campos ya se hablaba en latín mucho antes de que el obispo que da nombre a esta villa, Dominus García, aburriese con latinajos a nuestros antepasados castellanos. En este año hemos descubierto que quizá así pudo ser. Tenemos en nuestro término municipal el mosaico romano más grande de España para demostrarlo, porque si hay mosaicos, seguro que antes hubo edificios que los albergaban y alcarreños que los fregaban de rodillas. El mosaico de Noheda dará que hablar, os lo aseguro, ya está dando mucho que hablar y apenas llevan medio año excavando.
Bueno, pues aquí estamos nosotros, iniciando las que son las fiestas del 2006. Aún recuerdo como si fuera hoy, cuando al acabar el cole en Madrid, llegaba ese día tan esperado: “Nos vamos pal pueblo” Me viene a la memoria el run-run del instante mágico en el que ya casi llegando, después de pasar con el coche la cima de “los Collaillos”, mis ojos se ponían a buscar los primeros tejados del pueblo, y nada mas bajar del coche mi hermana y yo no corríamos, volábamos, a ver a mi por siempre querida, abuela Sinfo, y nos juntábamos toda la chiquillería de nietos y nos daba de merendar pan con vino y azúcar para después ponernos a jugar todos al corro de la patata o al pillao. Qué ilusión y ganas de ver a la familia y a los amigos, que ganas de coger la bici, de corretear libre por las calles, de jugar al bote o al rescate, debajo del olmo de la plaza, en las Cuatro Esquinas o en el Santo Cristo.
Pero no estoy aquí para relatar mi infancia en un acto tan singular. El pregonero debe ensalzar públicamente aquello que se anuncia, e invitar a todos a participar en su celebración. El pregonero no debe pregonar sobre su propia persona, ni convertirse en protagonista de una semana festiva que lo es de todos, también de los forasteros, y no conviene porque, además de recordar el pasado, tenemos que saber interpretar el presente y pensar un poco en el futuro.
Así pues, antes de nada debemos de colocarnos en el hoy, en nuestro presente. ¿Y cual es el reto del Villar en este nuevo milenio que da sus primeros pasos? Yo creo que es el de la población, el demográfico. En apenas 50 años, el lugar ha pasado de tener mas de 1000 vecinos viviendo, perdón, conviviendo todo al año, a tener a día de hoy apenas 200 almas censadas, la mayoría de ellas gente mayor o personas que realmente viven casi todo el año en Cuenca capital. Como consecuencia de ello, y si no se producen nacimientos o llegan niños en 5 años, cerrarán estas mismas escuelas en las que nos encontramos y por la que muchos de los aquí presentes habéis pasado parte de vuestra niñez. ¿Qué porvenir le esperará a Villar de Domingo García cuando no haya niños correteando por sus calles? ¿El mismo que el de Noheda, el de Villalbilla, el de Valdecañas, el de Culebras, el de Sotoca? ¿Alguien puede imaginarse a su pueblo convertido en un zarzal? Seguro que a algunos de vosotros se os han removido algo las tripas. Pero como decía el ingenioso hidalgo: “Hay cosas que se saben, pero conviene que además, se digan”.
Para mi, el Villar es un sitio perfecto para vivir todo el año, para crear una familia, para criar a los hijos. Tardo 20 minutos en llegar al lugar donde trabajo, muchísimo menos de lo que tardaba cuando trabajaba en Madrid y sin atascos; vivo rodeado de naturaleza, de calles limpias y tranquilas, de vecinos que se saludan. Podría decirse que he pasado de vivir en una ciudad dormitorio a vivir en un pueblo dormitorio. Si vosotros, hijos del Villar que vivís lejos de aquí, venís pensando en descansar unos días del estrés de la ciudad y ver a la familia, para mi es al revés, descanso en este pueblo maravilloso todos los días después del trabajo, rodeado de mi gente y cuando quiero algo de estrés, de compras, de fiesta, me voy unos días a la ciudad. Ya sé lo que algunos estaréis pensando, que vivir todo el año en un pueblo es aburrido. Depende, es verdad que el duro invierno alcarreño se hace largo, pero eso ocurre porque se os hecha de menos. Para mi el invierno es el tiempo de aprender de mis abuelos, de estudiar, de utilizar internet, de ver la televisión digital, o de bajar al gimnasio, en definitiva, tampoco se distingue tanto del invierno en la ciudad. En esta vida tan rápida y corta, el que se aburre es porque quiere, viva donde viva.
Hace dos días mi abuelo Marcelino me soltó una frase de ex – alcalde que me llegó al alma: “El pueblo será lo que los jóvenes del Villar quieran que sea”. A ellos, a los jóvenes del Villar, es a los que me gustaría dirigirme ahora. Pronto llegará la hora en laque os tocará elegir el lugar donde queréis vivir y formar una familia. Será la hora de que cambiéis la forma de hacer las cosas, que abráis la mente a los nuevos tiempos y a las nuevas ideas, y sobre todo la hora de que os impliquéis de verdad, vosotros debéis ser el motor del cambio que necesita Villar de Domingo García, para evitar que el pueblo se vaya apagando poco a poco. Vosotros debéis ser los primeros en creer que esto es posible y que nuestro pueblo tiene mucho que ofrecer.
Y si el Villar tiene mucho que ofrecer es gracias también a todos aquellos villarenses que ya nos han dejado pero que siguen presentes entre nosotros. Gracias, a aquellos que construyeron nuestra historia paso a paso. Muchos hombres y mujeres que dejaron su juventud, su salud, todas sus energías para entregarnos todo lo que somos y tenemos: nuestras tradiciones, nuestra cultura, nuestras costumbres, nuestra Fe. Esa Fe, que nos hace juntarnos hoy alrededor de nuestra Madre del Rosario. Nuestra Virgen del Rosario es muchísimo más que una sencilla imagen de una guapa mujer con un niño en brazos. Es el punto de referencia de la religiosidad de este pueblo. Es el punto de unión de las gentes del pueblo. Es el recuerdo permanente de todos los que por diversas circunstancias de la vida han debido alejarse del Villar. Es, en definitiva, la Madre a quien se acude en momentos de necesidad y duda, solicitando su protección y amparo.
Quisiera hacer una mención especial a nuestra Hermandad de la Virgen. Gracias por seguir fomentando el culto a nuestra patrona y por seguir conservando nuestras costumbres.
Costumbres como las que hoy comienzan, nuestras Fiestas de Agosto. Ahora que os tengo aquí delante, se cual es realmente el objetivo, el espíritu de las fiestas, juntarnos, juntar a las familias con sus miembros desperdigados por el país, juntar a los amigos que no se ven en meses, juntar a los vecinos, juntar a los que aquí viven con los que dejaron el pueblo hace ya muchos años, y quieren mostrar a sus hijos nacidos lejos cuales son sus orígenes. La Fiesta es necesaria como el pan de cada día, la fiesta fomenta la convivencia y el sentido de pertenencia a un sitio. Es uno de esos días señalados en la vida de un lugar, una reafirmación, año tras año, de la conciencia colectiva de un pueblo que se siente unido y así desea continuar.
Niños y niñas, tirad de vuestros padres. Madres y padres, cuidado con los excesos. Jóvenes para los que no hay nada mas importante que “la peña” y sus amigos, disfrutad al máximo como han hecho vuestros padres cuando pasaron por lo mismo. Mayores, lo que el cuerpo os pida. Disfrutad también al máximo de la fiesta, que tenéis mas derecho que nadie, porque este pueblo lo habéis hecho vosotros antes que nosotros. Y un toque de atención a todos, porque no todo es trigo limpio en torno a la fiesta. Hay algunos que aprovechan la fiesta para justificar excesos y vicios. Ruego a los vecinos del Villar que nadie ensucie el buen nombre de la fiesta.
Como peñista que soy desde hace casi 15 años, me gustaría terminar con un saludo muy especial a las peñas, a mis Gayumbos, a mis Golfos, a las No Problem, a las Volás, a los Sabuesos, a los Raider, a la Bota, a las Guachulay, a los Mamones, al Terror, a los Ceda el Vaso, a los Templarios, a las Potis, a las Chupete, a los Tintorros, a las Rotundas, a la del Cubo, a todas ellas. Quisiera pediros un favor, que me ayudéis a gritar con fervor:
VIVA LA VIRGEN DEL ROSARIO ¡¡¡¡
VIVA VILLAR DE DOMINGO GARCÍA ¡¡¡¡¡
Muchas gracias.
David González Ballesteros
18 de agosto de 2006