Muchas gracias, pregonero saliente, excelentísimo señor alcalde, autoridades, queridísimos paisanos, amigos, amigas, forasteros que os encontráis en nuestro pueblo, al que siempre sois bienvenidos.
No Encuentro mejor manera de comenzar estos minutos que no sea agradeciendo a Javi y al resto de la corporación municipal el honor que me brindan dándome la oportunidad de dar el pregón en las fiestas patronales de este mi pueblo. Es un detalle para mi inolvidable, que jamás me olvidaré y que siempre os agradeceré. Me atrevo a llamaros paisanos y a citar hoy y siempre a éste como "mi pueblo" porque aunque no soy nacido aquí, de aquí son mis padres, aquí tengo parte de los mejores recuerdos de mi vida, y aquí me divertí todos los fines de semana y todas la vacaciones de mi época colegial.
Es cierto que luego la vida te lleva por determinados derroteros y aunque cuestiones profesionales y familiares, por ellas he podido venir menos de lo que me hubiera costado, lo he hecho siempre que he podido. Por ello, los que tenéis más edad me conocéis perfectamente y yo a vosotros y los que sois mas jóvenes, a quienes tratáis es ya a mis hijos y a mis sobrinos, a Leyre, a Guillermo, Antonio, a Sergio que os aseguro que quieren a este también como su pueblo. En fin, que presumo de pueblo, que es un gran pueblo aunque no es un pueblo grande.
En estos momentos, además, quiero acordarme de los que ya no están, o mejor dicho prefiero decir "de los que están de otra forma". Como cada uno pensará en los suyos, yo pienso en mis abuelos, Felisa, Antonio, Victoria, Marcelino así como en mis tíos y en mis tías, pero seguro estoy que todos hoy podemos coincidir en pensar en una persona, alguien que nos dejó hace poco y al que deseo brindarle un humilde homenaje, alguien que, como mi abuelo, fue alcalde de este pueblo durante mucho años, y es querido y respetado por todos, Edmundo, para ti, desde aquí va nuestro recuerdo.
Le doy también las gracias al alcalde y a la corporación, y especialmente a mi tía Carmen que es quien me lo transmitió porque sin pretenderlo también habéis conseguido que uno que vive a mil por hora haga un pequeño parón y reflexione sobre su pueblo, sobre su infancia, sobre su adolescencia y tantos y tantos recuerdos que me llegan a emocionar.
Entre los mejores recuerdos tengo centenares de partidos en este patio, en el silo, en las calles recién asfaltadas del pueblo donde utilizábamos dos piedras como postes. También en el campo de fútbol, que por cierto, hoy está irreconocible. En tiempos no muy lejanos, para poder jugar mejor al fútbol a algunos se les ocurrió quemar en pleno julio las hiervas secas, y por supuesto se nos fue la mano y quemamos las dos parcelas de cebada que había alrededor y tuvieron que venir a ayudarnos.... y aún recuerdo a Hilaria y a León, entre otros muchos, con los cubos de agua ayudándonos a apagar el incendio.
Eran tiempos en la que la selección de fútbol del Villar la componíamos Víctor, Mario, Jaime, Josemi, Javi, Vicente, Dani, Chin, José, Julio, Toni, Enrique, Manuel, Carlos, Sergio, José Luis, David, Antonio, Manolo....y la mejor de todas, y con diferencia, que era Silvia. Con este equipazo jugábamos, bueno, que digo yo jugábamos.... ganábamos! a Torralba, a Chillaron, a Cañaveras, al "dream team" y a los galácticos si hubieran venido...
Eran tiempos en los que jugábamos partidos de dos y de tres horas y en los que por las noches en la plaza jugábamos al rescate, y a la selección se unían Loli, Aurora, Montse, Marimar, Laura, Susana, Eva, mi hermana Almudena y no sé cuántos más, hasta que aquello parecía una olimpiada....
Y por supuesto entre mis mejores recuerdos: nuestras fiestas del Rosario.
Que decir cuando ya parto de que la persona más especial en mi vida, mi madre, no solo se llama así si no que presume de ello haya por donde va. Rosario, Chari, Mari, mama, gracias por estar siempre cuando te he necesitado y cuando no. Junto a mi padre, José Luis, Pepe. Ambos me habéis hecho como soy y quien soy. Gracias. Podría deciros muchas cosas sobre nuestra Virgen del Rosario, pero sería repetirme y todas las sabéis y las conocéis, por eso solo os contaré que permanentemente he llevado una imagen de la Virgen del Rosario en los momentos más difíciles y en todos los exámenes que he tenido en mi carrera y, oye, mal no me ha ido ahí lo dejo....
En alguno de esos exámenes me atrevería a decir que la Virgen ha hecho más que yo, que se lo merecía más que yo, por eso también gracias a la Virgen del Rosario.
Y ya volviendo a las fiestas de la Patrona, decía que las recuerdo verdaderamente emocionado. Recuerdo a mi padre ganando al mus con mi tío Marcelo como pareja.
A las vaquillas en la plaza, y de vez en cuando hasta corriendo por la sierra. Y claro, recuerdo también los torneos de fútbol.
A mi primo Mario que en años anteriores en su pregón recordaba a Don Manuel, pues yo hoy quiero recordar también aquí a Don Juan, lo recuerdo sudando en plena procesión de la Virgen y repartiendo luego buenos duros entre los monaguillos. Aunque, entre lo mejor sin duda, la verbena. Los más mayores, pues los primeros en llegar. Algunos hasta con su propia silla porque el caso era aguantar la verbena. Y precisamente en honor a ellos las primeras canciones de la noche, rancheras, paso-dobles y cualquier clásico popular que se tercie. Y oye, con aquellas se les pasaba el lumbago, la ciática, el reuma..., no paraban de bailar y acababan hasta la noche. Y es que una noche es una noche, y las fiestas del Villar son las fiestas del Villar. Pero aun con todo, no os he dicho todavía lo mejor. Para mí lo mejor es la historia familiar. La historia de este pueblo que está repleta de familias que emigraron en tiempos a Cataluña, a Valencia, a Euskadi, a Francia y que es en estas fechas cuando vuelven a reunirse aquí al Villar. Esto es sin ninguna duda lo mejor de las fiestas. No quiero que se me escape la ocasión que se me representa sin lanzaros un breve mensaje en relación con esto último.
Hemos creado una civilización hija del mercado y competencia despiadada, y se nos olvida que venimos a la vida intentado ser felices porque la vida es corta y se nos va trabajando y trabajando para conseguir un plus que nos permite tener una casa mejor, un coche mejor y que se yo cuantas cosas más. Y de igual manera, todo lo que un día crees poseer, todo lo que sientes que es tuyo, en realidad no es más que una ilusión que en cualquier momento se la lleva el viento. Lo único tuyo de veras es el modo en que lo tengas mientras te toque llevarlo y la forma en que lo pierdas cuando te toque perderlo. El desarrollo no se debe entender en contra de la felicidad, del amor, de las relaciones humanas y familiares.
Y todo esto lo digo porque nos encontramos ante cuatro días que constituyen una oportunidad única para disfrutar de la convivencia en familia que para mí, como dije anteriormente, es lo más importante.
En fin vecinos, aunque me dijeron que podía estar dos horas hablando, entiendo que no es cuestión de retrasar más el comienzo de las fiestas que, al fin y al cabo, es para lo que estamos. No me resta más que desearos felices fiestas a todos, que transcurran en paz, sin incidentes. Cuidado con la vaquilla, cuidado con el alcohol. Y por mi parte que empiece ya el jolgorio, la charanga, la fiesta....y paisanos, por favor, repetid conmigo:
¡Viva la fiesta! ¡Viva la Virgen del Rosario! ¡Y viva el Villar!
José Antonio Ballesteros Cavero
Villar de Domingo García, Agosto de 2016